La valentía de la reina Ester - mensajes del evangelio de la Palabra de Dios

La valentía de la reina Ester La reina Ester, una mujer humilde y lleno de sabiduría



La historia de Esther en los jóvenes es de características muy llamativas y las nobles virtudes que este siervo de Dios revelado a nosotros. Estas virtudes hacen el más sabio de la mujer de Dios, agradable a Dios Todopoderoso.

Entre las muchas características y virtudes que la reina Ester mostró algunos destacan lo suficiente. Ellos son: la sencillez, la humildad, la obediencia, la fe, el coraje, la verdad, la gratitud y el respeto a las leyes y los mandamientos de Dios. Todo esto hace una diferencia, tanto en su vida y en la vida del pueblo de Dios.

Aun siendo de una manera muy favorable, la bendita la reina Ester no se dejó llevar por la riqueza, lujo e incluso arrogancia. Ella trató de tratar a todos con respeto, dignidad y sencillez. Para ocupar un alto puesto en el reinado del rey Asuero, quien también fue su marido, la reina Ester se suponía que era una mujer orgullosa y arrogante, pero ella no se deja dominar por el amor al poder y no las ilusiones de la riqueza del mundo .

La sencilla y humilde reina Ester nunca olvidó a su Dios, su familia, su pueblo y no las enseñanzas de su Señor que había recibido la simple Mardoqueo, que era su padrastro. Algunas de las características de la reina Ester, en particular, nos llaman mucho la atención porque tenía la noble reina una mujer muy sabia y bendita presencia de su Dios, su esposo, su familia y su pueblo. Ellos son: el coraje, la sabiduría y la fe.

La reina Ester no tenía miedo de intervenir ante el rey Asuero que volvió su atención a las grandes injusticias y persecuciones que sufría su pueblo.

A riesgo de perder su propia vida, rezó. Se dedicó y pidió a la iluminación y el poder del Espíritu Santo de Dios. Después de orar y estar armado con la sabiduría y la fuerza del Señor, ella dio un paso atrás y, con gran fe en Dios, siguió adelante e hizo lo que era necesario para salvar a su pueblo.

Curiosamente, como el método de la cual el sabio joven reina Ester se acercó al rey Asuero. En ningún momento ella no era arrogante, no agresivo, no violento, no hablar mal, la mentira o calumnia, no la desesperación, estaba tranquilo, era considerado, el mejor momento y el tiempo de espera para hablar, hablaba con prudencia y con la educación y, sobre todo, era muy sencillo y humilde en sus caminos.

Todo ello contribuyó en gran medida a que el rey, movido por el Espíritu de Dios, y la humildad y la justicia de la Reina, la situación cambió en favor del pueblo judío.

Por la valentía y la humildad de la reina Ester, la historia que fue tomada con anterioridad por la injusticia y la persecución, se transformó en una historia de justicia, verdad y libertad.



Amen y Gracias a Dios.